En el Antiguo Egipto, los escribas, que eran los encargados de escribir todo lo que en esa época ocurría, no utilizaban letras para contar las historias, utilizaban JEROGLÍFICOS, unos extraños dibujos que sólo ellos sabían leer. Al principio dibujaban estos jeroglíficos sobre piedras y más tarde descubrieron una planta con la que podían hacer una especie de papel llamado papiro.
Hoy los alumnos de Infantil nos hemos introducido con nuestra imaginación en Egipto y hemos descubierto cómo se escribía nuestro nombre utilizando estos jeroglíficos egipcios.
¡Qué forma más curiosa de poner nuestro nombre!